Formación y titulación: dos caras de la moneda

Una de las expresiones más comunes entre los empresarios y los profesionales de RH es «no encontramos personal calificado», una afirmación totalmente cierta pues aquellos que conocemos el mercado laboral sabemos que es una situación que tiene años, pero luego de la pandemia se ha incrementado. Es muy contradictorio que las empresas hagan esa afirmación, pues todos sabemos que hay gran cantidad de profesionales buscando empleo sin tener éxito. Notemos que países como Colombia, Costa Rica y México lideran el ranking en Latinoamérica con el mayor porcentaje de profesionales graduados dentro de sus ciudadanos mayores de 25 años. Sin embargo, el nivel de dificultad que tienen las empresas para encontrar personal calificado es igual que en el resto de los países con indicadores menos favorables. Algunos pueden atribuir el desempleo en sus países a los movimientos migratorios en la región, pero incluso países con necesidad de aumentar su población o que están recibiendo inmigrantes tienen el mismo problema. 

Es importante entender que el desempleo y la escasez de personal calificado son cosas totalmente diferentes y ni siquiera se complementan. Incluso en economías con pleno empleo podemos encontrar escasez de talento. En cualquiera de los dos escenarios las empresas pueden incurrir al robo de talentos, situación que beneficia a un grupo pequeño de trabajadores, pero no es sustentable en el tiempo. 

Entonces, ¿Cuál es la razón de la escasez de personal calificado? Por muchos años se insertó en nuestras culturas, la mentalidad de que la titulación superior o los estudios universitarios era la mejor, incluso la única forma de alcanzar el éxito laboral. Ciertamente el aumento de personal profesional en las sociedades ayuda a su desarrollo económico, pero los avances tecnológicos están demandando, más que personal graduado, personal calificado.  

Las universidades jugaron un papel importante en el desarrollo económico de nuestras sociedades durante muchos años, pero los avances tecnológicos, los cambios en los hábitos de consumo han dejado al descubierto que, en muchos de los casos, una carrera corta de no mas de dos años, incluso de manera virtual, es suficiente para recibir la formación necesaria que le permita a un joven tener acceso a un empleo de calidad.

Algunos de los millonarios emprendedores más importantes del mundo empresarial no terminaron sus estudios universitarios, de hecho, para sus empresas y muchas otras en todo el mundo, el título universitario, hoy día, no es relevante al momento de reclutar personal. Lo que las empresas están buscando es personal calificado, es decir, personas que tengan los requisitos y entrenamiento específicos en un campo determinado.

Siendo honestos, cuando revisamos los planes de estudio de muchas universidades, encontramos una gran cantidad de materias “de relleno”, y no realmente prácticas, lo único que hacen es generar más costos a los estudiantes y alargar el plazo para su titulación. Mientras tanto en el mercado han aparecido un numero plural de plataformas de formación con cursos en línea, que permiten adquirir el conocimiento necesario con tiempos de duración cortos y a precios muy accesibles. Estas certificaciones de formaciones cortas pero efectivas, son las que muchas empresas buscan al momento de reclutar su personal pues únicamente se requiere la validación de un conocimiento especifico y no el de una larga titulación de 5 años. Simplemente no estamos formando ni en tiempo ni en forma, el personal que realmente necesita el mercado laboral.

Para agilizar este proceso de cambio y mejorar los indicadores de empleabilidad es importante que todos los implicados en el proceso realicen ajustes. Por un lado, las universidades, que saben que mientras más tiempo pase un estudiante dando clases generan más ingresos (pregrado, posgrado, maestría, doctorado, educación continua), pero deben entender que, aunque son un ente económico, también deben cumplir con un rol social. Su enfoque debe estar en acortar las carreras y procurar costos más accesibles. Por otro lado, el estado debe ser facilitador de esos cambios, permitiendo la rápida modificación o creación de planes de estudio más ajustados a la realidad laboral actual. Finalmente, nosotros como trabajadores debemos empezar a entender el mercado laboral, debemos conocer cuáles son los conocimientos que están buscando las empresas y saber dónde puedo yo capacitarme para adquirirlas. Evaluar el costo beneficio de 5 años de carrera universitaria con una inversión de miles de dólares o un curso corto que me permita generar ingresos en un corto espacio de tiempo. 

Entonces, ¿Qué es mejor? ¿formarse o titularse?, cada uno debe tomar la decisión personal según sus circunstancias, mientras tanto, las empresas están urgidas por encontrar el personal calificado; algunas que cuentan con la capacidad de formarlos internamente ya lo están haciendo, pero esto no es suficiente para cubrir una demanda que espera a que todos nos pongamos de acuerdo.

Por: Lo que calla un gerente.

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