La esclavitud en Panamá acabaría en 1851, mucho después de nuestra Independencia de España
La historia de América y África es como una madeja conectada por varios hilos. La conquista del nuevo mundo, el agotamiento y muerte de nuestros nativos, hizo que los colonizadores se vieran obligados a traer más mano de obra para expandir sus territorios.
Se estima que entre el siglo XVI y finales del siglo XIX, unos 12.5 millones de africanos fueron traídos a América como esclavos para hacer trabajos forzosos.
A Panamá llegaron los primeros esclavos juntos con esos primeros conquistadores. Entre 1508 y 1777 al Istmo llegarían alrededor de 30,000 africanos, entre hombres, mujeres y niños.
En esos tiempos inclusive había más esclavos africanos que europeos y por supuesto había más esclavos que nativos, los cuales fueron diezmados durante el proceso de conquista.
Se llegó a comentar que el istmo parecía un pueblo de Etiopía, debido a que de cada 4 personas en el Istmo 3 eran africanos o afrodescendientes. Llegados aquí, claro que querían escapar de ese yugo, de esa explotación, de ese maltrato, viéndose orillados a huir hacia la selva en busca de un nuevo porvenir, recibiendo el mote de cimarrones, como si fueran animales salvajes. Aquellos que escaparon y alcanzaron su libertad se asentaron en áreas como Darién, El Archipiélago de Las Perlas, Portobelo, Nombre de Dios, Antón, entre otros. Muchos topónimos del país hacen referencia a grupos étnicos y lugares africanos, ejemplos de estos son Río Songo, Carabalí, Congo, Cocolí, Mina, Cuango, entre otros.
Fin de la esclavitud
La esclavitud en Panamá acabaría en 1851, mucho después de nuestra Independencia del Imperio Español. Para esa época ya había llegado otro grupo de africanos que nada tenía que ver con el grupo Afro colonial, que estaban aquí desde la conquista, que hablaban español y se habían adaptado a las costumbres hispanas desde hace siglos.
Este nuevo grupo afrodescendiente venia de Las Antillas, afrodescendientes que llegarían a Panamá desde 1820 para los trabajos de las Bananeras, el Ferrocarril y el Canal. Cuando llegaron al país, se asentaron en los lugares cercanos a estas actividades, como Changuinola, Puerto Armuelles, la Ciudad de Colón y la ciudad de Panamá, la llegada de este grupo afro que ya estaba adaptado a la vida antillana.
En la actualidad vivimos en un país multiétnico y multicultural, la influencia de África ha aportado al país y al continente americano, desde sus costumbres su gastronomía: platillos como el saus, el bon. Así como sus ritmos como el merengue y el reggae quedaron arraigados en nuestra historia.
Se habla mucho de cultura latina, pero esa es nuestra herencia africana.
Por: Himera Bethancourth
Licenciada en Operaciones Marítimas y Portuarias, Licenciada en Cartografía y Magister en Docencia Superior.
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